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Radio Mundo Real
Nearly 400 activists of the Movement of Dam-Affected People (MAB) blockaded the Trans-Amazonian highway to protest against the construction of Belo Monte dam on Xingu river, which is being promoted by Luis Inacio “Lula” da Silva’s administration.
Indigenous and fisher folk participated in the demonstration. They question the process that granted the licenses for the construction of the plants and report the project has been carried out to favor the interests of big economic groups.
“We know that all the technical reports confirm the dam is unviable”, said the coordinators of the protests. They warned about the government’s intention to “transform natural goods in commodities”.
The mobilizations took place as part of President Lula’s visit to Altamira, a city of nearly 100,000 residents in the northern state of Para, which is the biggest town on Xingu river.
The protests continued outside the Bandeirao stadium, where the President participated in an act to announce the Trans-Amazonian highway will be paved, as part of a program called “Light for all” and the Belo Monte initiative.
“The demonstration aimed to send a message to President Lula and I think we succeeded in showing him that we are not happy with the building of Belo Monte”, said Michel Alves of MAB, Adital reported.
Meanwhile, an IPS report says the works for the construction of the hydroelectric dam would employ over 18,000 workers in the next five years and that they would create 80,000 indirect jobs, it would imply paving the Trans-Amazonian highway, breaking the “relative isolation of Xingu”.
“With the pavement of the highway, Altamira will be integrated to the rest of the country and it will probably develop industrial fishing activities in Xingu, thus affecting the local supply and fish stocks in the river and its affluents”, reports IPS.
Photo: www.mabnacional.org.br
Unos 400 militantes del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués) cortaron la ruta Transamazónica para protestar contra la construcción de la represa de Belo Monte, sobre el río Xingú, promovida por la administración de Luiz Inácio “Lula” da Silva.
En la movilización participaron también indígenas y pescadores artesanales, que cuestionan el proceso de otorgamiento de licencias para la construcción de las usinas y denuncian que ha sido llevado adelante con el propósito de favorecer a los grandes grupos económicos.
“Nosotros sabemos que todos los argumentos técnicos confirman la inviabilidad de la obra”, afirmaron desde la coordinación de la protesta, en la que se advirtió respecto a la voluntad gubernamental de “transformar los bienes naturales en mercadería”.
Estas movilizaciones se dieron en el marco de la visita del presidente Lula a Altamira, una ciudad de unos 100 mil habitantes ubicada en el norteño estado de Pará, y que es el mayor centro poblado en la ribera del Xingú.
Las protestas continuaron en las afueras del estadio Bandeirão, donde el principal mandatario participó en un acto para anunciar proyectos de asfaltado de la Transamazónica, del programa bautizado como “Luz para Todos” y la iniciativa de Belo Monte.
“La manifestación fue para dejarle un recado al presidente Lula y creo que conseguimos demostrarle que no estamos satisfechos con la construcción de Belo Monte”, afirmó Michel Alves del MAB, según recogió el sitio de noticias Adital.
Por otra parte, un informe de la agencia de noticias IPS sostiene que las obras para la construcción de la hidroeléctrica emplearán en los próximos cinco años a 18 700 trabajadores y generarán 80 000 empleos indirectos, y que en este marco se asfaltará la Transamazónica, lo que romperá el “relativo aislamiento del Medio Xingú”.
“Con el asfalto, Altamira se integrará al resto del país, y probablemente se desarrolle la pesca industrial en el Xingú, afectando el abastecimiento local y la abundancia de peces en este gran río y sus afluentes”, advierte la nota de IPS.
Foto: www.mabnacional.org.br
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